El atractivo físico de las personas les da seguridad para tomar decisiones en temas de sexualidad

Seguro en múltiples ocasiones has escuchado decir que la belleza física no es todo en la vida, que hay cosas más importantes. Sin embargo se ha demostrado que ser atractivo físicamente abre muchas puertas y tiene incontables beneficios, incluso la belleza influye en tu actitud ante el sexo.

Lynne Anderson, escritora de The Conversation analizó dos estudios en los que se pidió que se analizaran las características físicas de los encuestados.

En dichos estudios se cuestionaba sobre los estándares legales y morales que tienen relevancia en el sexo, como las leyes del aborto, matrimonio gay, sexo premarital y demás.

Ambos estudios revelaron que los guapos tienen una actitud más relajada respecto a la moral sexual. Datos de 2016 revelaron que el 51% de encuestados “guapos” consideran que debería ser legal el aborto, en cualquier circunstancia. Contra el 42% del grupo de los “no tan guapos”.

Belleza es igual a más oportunidades

belleza sexo

– Diversos estudios han demostrado que las personas bonitas tienden a recibir un mejor trato. Consiguen mejores trabajos y sus sueldos son más elevados.

– Así como en lo profesional, ser bonita también tiene sus beneficios hablando de sexo, ya que tienen más posibilidades de conseguir una pareja y tener relaciones sexuales.

Para Anderson, las personas guapas tienen más posibilidades de salirse con la suya al violar las normas, y siempre encontrarán de manera de justificarse.

¿Cómo influye sentirse «bonita» en el sexo?

Si una persona atractiva ha tenido muchas experiencias sexuales en el pasado, estas podrían influir en la actitud que se toma ante la variedad de posibilidades sexuales a las que te enfrentas. Básicamente tendrá más experiencia al momento de tomar sus decisiones. 

El atractivo podría asociarse plausiblemente con estándares más altos o más bajos de lo que las actividades sexuales son moralmente aceptables.

Hay que tener en cuenta que cada persona es diferente, no se trata de juzgar. Aunque estudios lo demuestran, no se garantiza que una persona «bonita» tiene o tendrá la vida perfecta y debe pensar igual.

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