“Yo ya no celebro la Navidad desde que falleció”, “La Navidad no tiene sentido sin ella”, son frases que solemos escuchar, e incluso decir en esta época. Y es normal.

En época de Navidad, los sentimientos están a flor de piel, sobretodo la nostalgia de extrañar a esos seres que ya no están con nosotros. Si estás pasando por un momento así, podrías estar atravesando por el síndrome de la silla vacía.

Es común que durante las fiestas decembrinas los recuerdos de esa persona que ya no está con nosotros estén con mayor presencia en nuestra mente. El llanto, la tristeza y la rabia se apoderan de nosotros. A este conjunto de emociones en épocas representativas, los psicólogos lo denominan el síndrome de la silla vacía.

Perder a un ser querido es una de las situaciones más difíciles por las que atravesamos las personas. El proceso para adaptarse a la ausencia después de un duelo suele ser muy complicado. Hay personas que caen en depresión al no poder controlar esta lluvia de sentimientos:

“Yo ya no celebro la Navidad desde que falleció”, “La Navidad no tiene sentido sin ella”, son frases que solemos escuchar, e incluso decir en esta época. Y es normal. Cada persona procesa el dolor de diferente manera y hay que respetar.

síndrome de la silla vacía

Cómo superar el síndrome de la silla vacía

No hay una fórmula secreta para eliminar este síndrome; sin embargo, algunos especialistas utilizan la técnica de la silla vacía para tratar este síndrome.

La técnica de la silla vacía fue creada por el psicólogo Fritz Perls con la finalidad de idealizar un reencuentro entre la persona afectada y quien ya no está.

Consiste en sentarse frente a una silla vacía, haciendo alusión a que ahí está la persona a quien extraña, y dialogar. La idea es que le exprese todo lo que en su momento no le dijo.

Es importante tener en cuenta que no está mal extrañar a alguien. Recordar los mejores momentos a su lado harán que esté presente siempre.

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