Solo el 6% de las personas se atienden cuando sufren de una hemorragia nasal, sin saber que puede ocasionar males mayores.

Uno de los padecimientos más comunes en chicos y grandes es la hemorragia nasal, también conocido como epistaxis. La mayoría de las veces no se le da la importancia que se requiere y solo se espera a que se pase. Sin embargo es necesario saber por qué ocurre el sangrado y las consecuencias que puede ocasionar, para acudir con un especialista en el momento oportuno.

Qué es la hemorragia nasal

La hemorragia nasal es la pérdida de sangre del tejido que recubre la nariz, y generalmente ocurre con más frecuencia en una fosa únicamente.

La hemorragia nasal es la pérdida de sangre del tejido que recubre la nariz, y generalmente ocurre con más frecuencia en una fosa únicamente. Se trata de un padecimiento que llega a afectar al 60% de la población en algún momento de la vida. De éstos, sólo el 6% llega a requerir atención en los servicios de urgencias.

Síntomas de una hemorragia nasal

La mayoría de las hemorragias nasales ocurren en la parte frontal del tabique nasal.

La mayoría de las hemorragias nasales ocurren en la parte frontal del tabique nasal. Los síntomas van desde el machado de un pañuelo al limpiar la nariz, o hasta la salida de sangre por una o ambas fosas nasales. Y en los casos más severos, se presenta la salida de sangre también por la boca.

Cómo afecta a la salud

Cuando la hemorragia es muy severa produce anemia en el paciente.

Cuando la hemorragia es muy severa produce anemia en el paciente. Sin embargo, los sangrados leves recurrentes afectan la calidad de vida del paciente, obligándolo a dejar de realizar actividades de recreación y socialización, como ser parte de un equipo deportivo, por ejemplo. En los niños menores de 10 años es de suma importancia el desarrollo de esas habilidades sociales.

Factores de riesgo de la epistaxis

Una hemorragia nasal puede ocurrir en cualquier momento de la vida sin ninguna causa obvia. Se ha visto mayor incidencia en la población pediátrica menor de 10 años y en adultos mayores de entre 70-79 años.

Existen algunos grupos poblacionales con enfermedades sistémicas que se encuentran en particular riesgo de padecer una hemorragia nasal severa, pacientes con enfermedades: de la coagulación (hemofilia), alteraciones de las plaquetas, problemas hepáticos, con enfermedad renal crónica y aquellos que se encuentren en un régimen de anticoagulación.

La Academia Americana de Otorrinolaringología en su última guía de práctica clínica publicada a principios de 2020, encontró que cerca del 95% de pacientes mayores de 70 años sufren además de hipertensión. Sin embargo, no es la hipertensión la causa directa del sangrado nasal.

Formas de prevención

Los sangrados nasales se pueden prevenir evitando hurgarse la nariz o sonarse la nariz demasiado fuerte.

Los sangrados nasales se pueden prevenir evitando hurgarse la nariz o sonarse la nariz demasiado fuerte. Mantener la nariz limpia y húmeda con solución salina nasal y geles también puede ayudar. Además, usar un humidificador para mantener la humedad del aire ayudará a mantener humectada su nariz, lo que puede evitar un sangrado nasal.

Qué hacer si tengo una hemorragia nasal

Un sangrado nasal puede ser estresante. Mantener la calma y saber con anticipación cómo detener un sangrado nasal puede ayudar. Una vez que comienza el sangrado nasal, inclínate hacia adelante y presiona la parte blanda de la nariz durante al menos 5 minutos. Si el sangrado nasal se reduce, sigue presionando por otros 15 minutos.

Cuándo acudir al especialista

Si el sangrado no ha disminuido y después de cinco minutos de presión continua, recurre a una compresión efectiva durante 20 minutos. Utilizar taponamientos con algodón y/o pañuelos desechables, si no son colocados bajo visión directa, lejos de ayudar pueden aumentar la lesión o producir otros sitios de sangrado.

Particularmente los niños con cuadros recurrentes de epistaxis que llegan a la adolescencia y persisten con sangrados de un solo lado de la nariz, deben ser valorados por un especialista en otorrinolaringología para descartar algún tumor vascular.

Adulto de entre 70-79 años que tiene sangrados recurrentes que, en la exploración física convencional no se identifica el sitio exacto, requieren ser evaluados con endoscopia nasal para valorar sitios más posteriores en la cavidad nasal y difíciles de tratar. En este grupo los tumores también representan una causa de sangrado de un solo lado de la nariz.

No te vayas sin leer: Hemofilia: cómo y porqué detectar y tratar los trastornos de coagulación