Cómo el Caribe Mexicano está salvando al tiburón ballena
El tiburón ballena es el pez más grande de todo el océano. Puede llegar a medir más de 12 metros de largo (lo mismo que un autobús escolar) y es uno de los animales más majestuosos que se pueden encontrar en el Caribe Mexicano, especialmente en Holbox, Cancún e Isla Mujeres; sin embargo, de acuerdo con el World Wildlife Fund (WWF) es una especie en peligro de extinción.
Como respuesta a esta problemática y en marco del Día Mundial del Tiburón Ballena, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México (CONANP) ha anunciado la implementación de una serie de políticas públicas que tienen como objetivo el salvaguardo de esta gran especie marina.
«A medida que decenas de amantes de los animales descubren esta experiencia única cada año, la creciente popularidad de nadar con tiburones ballena produce la necesidad de proteger esta especie», dijo Darío Flota Ocampo, director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo. «Estas nuevas restricciones muestran nuestros esfuerzos para promover prácticas de turismo sostenible para conservar la especie para las generaciones futuras».
Como ver un tiburón ballena
El Caribe Mexicano es sede de la mayor reunión de tiburones ballena del mundo. Los visitantes pueden ver a los tiburones de manera sustentable en recorridos guiados por expertos tour operadores capacitados, como Eco Colors, que han liderado el ecoturismo del área con su primer nado de tiburones ballena hace casi 20 años y se han asociado con organizaciones líderes como WWF y The Nature Conservancy.
Estos tours generalmente son dirigidos por biólogos marinos o naturalistas, por lo que los nadadores reciben orientación experta en su recorrido. Los guías de los diferentes tours fotografían a los tiburones ballena para contribuir a los esfuerzos mundiales de rastreo e identificación con foto de estos imponentes animales marítimos.
Permisos y normativas
Las normativas de seguridad y sustentabilidad sólo permiten un máximo de dos personas en el agua al mismo tiempo, no tocar a los tiburones ballena, una política de distancia mínima de 1.82 metros y fotografía sin flash. No se permiten más de 10 personas por barco.
Se han introducido doscientos cincuenta nuevos botes con protectores de hélice de origen local y de los Estados Unidos y Canadá, lo que evitará lesiones y accidentes. Las políticas también limitan el número total de buzos a 80,000 visitantes durante la temporada. Los visitantes estarán restringidos a dos inmersiones por persona en lugar del promedio de seis.
Este año, con notables estándares de ecoturismo, la Reserva de Tiburones Ballena se administra por primera vez bajo las Áreas Naturales Protegidas (ANP) del Caribe Mexicano, asegurando más que nunca que las inmersiones se realicen de manera responsable y sostenible.