Hipertiroidismo e hipotiroidismo: enfermedades de la glándula tiroides
Algunos padecimientos como fatiga, caída de cabello, falta de sueño, nerviosismo, pueden ser indicadores de que tu tiroides necesita atención.
La tiroides es una glándula con forma de mariposa, situada alrededor de la tráquea, a la altura de las clavículas, cuya función es la de producir hormonas (principalmente la T4 o tiroxina, y la T3 o triyodotironina), que regulan el metabolismo basal, por lo que su buen o mal funcionamiento afecta a prácticamente todos los tejidos y sistemas orgánicos el cuerpo humano.
Funciones de las hormonas tiroideas
Entre las funciones de la tiroides está la regulación del calor y/o energía del organismo (termogénesis), del crecimiento de los tejidos, del sistema nervioso central, del sistema óseo (por la hormona calcitonina, encargada de la función del calcio), de las grasas y carbohidratos, y de la síntesis de proteínas. Siendo la T4 la principal, ya que es la que interviene directamente en el metabolismo basal y el desarrollo adecuado de los tejidos.
Desajustes, síntomas y padecimientos
Dadas las importantes funciones de la tiroides, cuando ésta se altera y deja de funcionar correctamente, se presentan muchos padecimientos que se han agrupado en dos tipos de afectación: hipertiroidismo, cuando la glándula está sobre-estimulada; e hipotiroidismo, cuando su funcionamiento se ha vuelto lento. Ambos con síntomas característicos, como los siguientes:
Hipotiroidismo
- Cansancio
- Fatiga
- Calambres musculares
- Pulso en reposo menor a 50 por minuto
- Frío
- Ganancia de peso (porque se desacelera el metabolismo)
- Mala memoria o lentitud mental
- Retención de líquidos
- Voz ronca
- Lentitud al hablar
- Caída de cabello y también parte de las cejas (por la disminución de la síntesis proteica)
- Depresión
- A veces alteraciones en riñones, hígado y corazón (aumento del colesterol)
Hipertoroidismo
- Ansiedad
- Temblor
- Nerviosismo
- Pulso en reposo mayor a 90 x min (taquicardia y palpitaciones)
- Sensación de estar caliente y/o intolerancia la calor
- Pérdida de peso (porque se acelera el metabolismo)
- Diarrea
- Dificultad para concentrarse
- Sudoración
- Debilidad y dolor muscular
- Insomnio
- Ojos saltones
- Bocio (provocando trastorno respiratorios o digestivos)
- Ganas de llorar
- Carácter cambiante
- Piel adelgazada
- Uñas frágiles
Causas
Entre los detonantes de afectación en la tiroides pueden encontrarse enfermedades, ataques autoinmunes, desajustes hormonales, edad (andropausia o menopausia, por ejemplo), deficiencia de yodo, medicación o cirugías, factores congénitos o hereditarios, inflamaciones, tumoraciones, lesiones, exposición a radiaciones, etc. Pueden ser muchos y sólo un médico puede determinarlos, así como el tipo de padecimiento tiroideo y su tratamiento correspondiente, que puede ser con yodo, medicación o cirugía, entre otros.
Detección
La progresión del hipo o hipertiroidismo puede ser lenta, por lo que a veces es difícil un diagnostico rápido de estas enfermedades. Sin embargo, si se tienen algunos de los síntomas característicos, es importante realizarse estudios clínicos, como un perfil tiroideo (muestra los niveles de las hormonas tiroideas en sangre), recomendado después de los 30 años de edad; un ultrasonido de tiroides, o una prueba de citología, entre otros, y que sólo el médico tratante debe indicar.
La tiroides regula el metabolismo, que es el termostato del cuerpo. Y por lo mismo, afecta muchos de los aspectos de la salud física. Así que ante la duda ante los síntomas antes mencionados, lo mejor es preguntarle a tu médico si están directamente relacionados con la tiroides.
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