¿Deberás rasurarte el vello facial y evitar joyas para evitar el contagio de COVID–19 en el trabajo?
La noticia de que el regreso a las oficinas y trabajos deberá ser sin vello facial ni joyería ha causado revuelo en redes sociales. Como parte del plan hacia la ‘Nueva normalidad’ del gobierno de México, el documento de Lineamientos Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno laboral publicado el 14 de mayo específica en un apartado sobre medidas organizacionales en las áreas de trabajo:
“Se tienen lineamientos para evitar el uso de joyería, corbatas, barba y bigote, toda vez que son reservorios de virus y demás microorganismos (fómites)”.
Y aunque no se trata de una obligación, la Secretaría del Trabajo dejó la decisión en cada empresa para solicitar a sus trabajadores no vestir joyería, corbatas y recortar el vello facial, todo con el fin de evitar una propagación del virus en oficinas y otros centros de trabajo.
Joyería y vello facial ¿reservorios de COVID–19?
El sentido común indica que la barba y el bigote son un reservorio natural de microorganismos, toda vez que se encuentran rodeados tanto de la nariz como de la boca y pueden almacenar una carga del virus si la persona está contagiada. Además, el vello facial puede hacer más propenso a quien lo usa de tocarse el rostro y por lo tanto, aumentar el riesgo de contraer coronavirus.
Otra idea que sustenta esta medida es que la presencia de vello facial, especialmente una barba que se conecta con el cabello y baja por la mandíbula, puede aumentar la ineficiencia del cubrebocas al no ajustarse lo mejor posible al rostro.
Existen estudios que demuestran es posible encontrar más bacterias en el vello facial humano que en el pelaje del cuello de un perro; sin embargo, “no existe evidencia científica suficiente para afirmar que tener una barba te haga más o menos vulnerable a contagiarte”, declaró el Dr. Amesh Adalja, especialista de enfermedades infecciosas del Centro John Hopkins para National Public Radio.
Y aunque estas medidas puedan parecer efectivas por sí mismas, recortarse el vello facial o evitar joyería no harán una diferencia entre mantener la salud o contagiarse de coronavirus. “El problema no es la barba, sino estar en contacto con otras personas (rompiendo la sana distancia) o tener gente tosiendo o estornudando cerca de ti”, afirmó Carrie L. Kovarik, profesor de dermatología en la Universidad de Pennsylvania para el Philadelphia Inquirer.
No obstante, Amesh Adalja recomienda recortar la barba lo más pegada al rostro para llevar el cubrebocas de una forma más efectiva y mantener una limpieza diaria, un hábito de higiene que no sólo debería aplicar en esta época.
Respecto a la joyería, la conclusión es similar: está demostrado que el virus mantiene una capacidad infecciosa hasta por tres días en acero y otros metales, pero basta con usar etanol, agua oxigenada o cloro para desactivarlo eficazmente en un minuto, según un estudio publicado en el Journal of Hospital Infection.
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Ante todo, lo más importante es recordar que recortarse la barba y el bigote, dejar la joyería en casa y olvidarse de la corbata son medidas secundarias. Las únicas medidas efectivas para prevenir contagios son: mantener el distanciamiento social (especialmente en lugares cerrados, pues está demostrado que los contagios en espacios abiertos son mucho menos comunes que en cerrados), lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse la cara.