Dejar de comer algunos alimentos puede ser el principio para combatir la ansiedad y sentirte mejor

La relación entre los alimentos y la mente es cada vez más evidente. Está comprobado científicamente que la dieta es un factor que influye de forma decisiva en el comportamiento del cerebro, afectando los niveles de hormonas y neurotransmisores, lo que está relacionado directamente con la ansiedad. 

Si lidias con la ansiedad o has pasado por una crisis recientemente, estos son los alimentos que debes evitar –y de ser posible eliminar de tu dieta– para sentirte mejor y evitar los factores desencadenantes de la ansiedad:

Cafeína

La cafeína es un estimulante natural que activa el mecanismo de alerta en el cerebro humano, hace sentir más energía, aleja el sueño e incluso privilegia la concentración, de ahí que millones de personas no puedan empezar el día sin una taza de café; sin embargo, ingerir cafeína en exceso puede provocar efectos negativos a las personas con ansiedad.

Además del café, las bebidas energéticas, el té negro y el refresco contienen un alto nivel de cafeína, cuyos efectos psicológicos aunados a los físicos (como aumentar la frecuencia cardiaca y elevar la presión arterial) pueden provocar ansiedad si no se limita su consumo. Si eres un amante del café no tienes por qué prohibirlo, pero es necesario que identifiques qué cantidad que es segura para beber a diario si sufres de ansiedad.

Alcohol

Aunque el alcohol es utilizado por un sinfín de personas para relajarse, beber en exceso modifica los niveles de serotonina en el cerebro, un neurotransmisor que cuando no está equilibrado puede provocar depresión o ansiedad. 

Las personas que sufren de ansiedad pueden pasar una noche de fiesta bebiendo en exceso sin sufrir una crisis; sin embargo, la probabilidad de que al día siguiente la ansiedad sea mucho mayor y se combine negativamente con los síntomas de la resaca es alta, sobre todo si están pasando por una temporada difícil en la que les resulta complicado estar relajados.

Refresco

Los refrescos reúnen dos de las sustancias a evitar en una sola bebida: azúcar y cafeína. Está demostrado que los alimentos ricos en azúcar causan una sensación placentera inmediatamente después de su consumo; no obstante, las azúcares añadidas pueden provocar un subidón del nivel de glucosa en la sangre, lo que a su vez se ha relacionado con síntomas depresivos y de ansiedad.

No importa si se trata de presentaciones con cero azúcar, pues los endulzantes artificiales como el aspartame también se metabolizan y disminuyen los niveles de dopamina y serotonina y pueden funcionar como desencadenantes de crisis de ansiedad.

Alimentos ultraprocesados y con grasas saturadas

El glutamato monosódico es una sustancia utilizada por la industria de la alimentación para potenciar el sabor de productos como papas fritas, sopas instantáneas, aderezos, barras de cereales, caramelos y sazonadores en cubo o polvo y su consumo en exceso junto con el de otros aditivos alimentarios está relacionado con un aumento de la depresión y ansiedad. 

El consumo de grasas trans y saturadas, disponibles en alimentos como lácteos enteros, margarina, panadería industrial y toda clase de botanas industriales a partir de papas o frituras de maíz está íntimamente relacionados con el aumento de depresión, un factor de riesgo que también puede provocar episodios de ansiedad.

Aunque estas recomendaciones no son completamente prohibitivas y cada organismo actua de forma distinta, la mejor forma de saber si alguno de estos alimentos afectan negativamente es llevar un registro de las ocasiones en que pasaste por una crisis de ansiedad, tratar de recordar cuáles fueron los alimentos que consumiste en las últimas 24 horas y pensar si alguno de ellos influyó en tu condición. Sin embargo, si decides cortar de tajo con la mayoría de ellos, estarás evitando un factor desencadenante y reduciendo las posibilidades de que tu ansiedad aumente.

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