Cómo practicar el autocuidado y sentirte mejor en esta cuarentena
Es totalmente normal que la ansiedad y el estrés cotidiano se desborden durante este periodo extraordinario, donde el confinamiento y la incertidumbre sobre tu salud, el trabajo o el futuro pueden provocarte malos ratos.
También es válido que no tengas ganas de hacer nada productivo y los miles de manuales en Internet para ponerte en forma, leer cientos de libros e ideas aprovechar tu tiempo confinada como oro te parezcan absurdos.
No obstante, es momento de procurar de ti misma, ser consciente de tus necesidades y así como aceptas que es normal sentirse triste y preocupada durante la pandemia, hacer lo posible cuidar más de ti, escucharte y consentirte para sentirte mejor. Estas son algunas ideas para practicar el autocuidado durante esta cuarentena:
Consiéntete sin la necesidad de que alguien más lo haga
Poner tu música favorita, servirte una copa de vino, prepararte algo delicioso para cenar a media luz o tomar un baño relajante son sólo algunas de las actividades que involucran autocuidado y puedes llevar a cabo durante esta cuarentena.
Hacerte una mascarilla, tumbarte en el sillón a leer, dibujar, armar un rompecabezas o simplemente pensar en el futuro son actividades que te pueden hacer sentir mejor y demuestran que no necesitas de alguien más para estar completa.
Explora tu sexualidad
Estar soltera no significa de ninguna manera que tu vida sexual esté en pausa. Tomar un espejo para mirarte, tocarte y sentir todo tu cuerpo es una forma de aceptarlo y al mismo tiempo, erotizar partes de ti que jamás creíste que podrían ser eróticas.
Tomarte fotografías con lo que te hace sentir cómoda y sexy, masturbarte sin ninguna prisa, pedir un juguete sexual y darle rienda suelta a tus fantasías o escuchar audioporno también son formas de explorar tu sexualidad. Aprender a reconocer el placer y a disfrutarlo sin presión alguna puede resultar muy reconfortante y es una acción de autocuidado.
Escucha tus sentimientos
La mayoría de los momentos de mayor introspección llegan de forma inconsciente y pocas veces reparamos en la importancia del diálogo con una misma. Cuando caminas por la calle a solas, mientras te bañas o en las noches cuando esperas para conciliar el sueño son sólo algunos ejemplos de los momentos en que te dedicas exclusivamente a pensar en ti misma y tus problemas.
El objetivo es provocar ese instante autorreflexivo de forma consciente. Preguntarte cómo te sientes, qué puedes hacer para sentirte mejor, cuáles son las cosas que puedes cambiar y qué necesitas para cumplir con tus planes a largo plazo es una manera perfecta de escuchar tus sentimientos. Practica esto a menudo y lograrás tener una mayor claridad mental para enfrentar tus problemas y reconocer tus sentimientos, todo a partir del autocuidado.
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