En este Día Mundial del Riñón a celebrarse el 11 de marzo, conoce cómo el coronavirus puede afectar a quien padece enfermedad renal crónica y la forma de controlarla, para evitar un cuadro grave de Covid-19.  

Aunque apenas se mencione, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es una patología que disminuye la capacidad del riñón para desempeñar sus funciones. Y durante esta contingencia sanitaria necesita una atención especial, por ser una de las comorbilidades que pueden agravar un cuadro de COVID-19.

Son dos las razones por las cuales el coronavirus puede deteriorar la salud del riñón, e incluso generarle falla aguda. La primera se debe a la presencia de los receptores de este patógeno en el riñón; la segunda son las alteraciones producidas en su microcirculación por este virus, explicó el Dr. Javier Ortiz, Presidente del Colegio de Nefrólogos de México (QEPD), el año pasado.

Cuadros diversos de la Enfermedad Renal Crónica

Algunos de los signos indicativos de que la COVID-19 están afectando al riñón son la presencia de sangre en la orina, así como el aumento de proteínas en ella, aun cuando otros elementos de desecho (como la creatinina) estén en parámetros correctos.

Los cuadros clínicos que presentan los enfermos renales contagiados por COVID-19 son variados.

  • Sintomatología clásica: tos seca, malestar en la garganta, fiebre mayor de 38.5°, pérdida de olfato, dificultad para respirar)
  • Sintomatología digestiva: comienzan con diarrea, náuseas y/o vómitos y algunos que se presentan con sobrecarga de líquidos o dolor torácico

Ante esta variedad de señales corporales, la primer recomendación para un paciente renal es notificar cualquier cambio que note en su cuerpo a su médico tratante. Él le dirá si requiere asistir a un área de triage donde le hagan la prueba de confirmación o ir directamente a emergencias para que lo canalicen a un hospital COVID.

Qué hacer si se contagia de covid

Tratamiento en casa: En caso de que el enfermo renal resulte positivo a COVID-19 y no hospitalice, debe seguir en su casa el tratamiento prescrito y el protocolo sanitario recomendado: usar cubrebocas, aislarse del resto de la familia en una zona que se ventile y clore continuamente, y atención por alguien de la familia en lo que se refiere a su alimentación e higiene de utensilios y ropa.

Tratamiento  hospitalario: Los pacientes renales que se hagan hemodiálisis deberán avisarle de este diagnóstico a la unidad hospitalaria que los atiende. Esto con el fin de que se le dé un turno aislado y si no es posible, poner su estación a una mayor distancia de la del resto de los pacientes 

El tiempo de recuperación de un nefrópata con COVID-19 y en el cual deja de ser portador del virus, es otro aspecto del cual conviene estar consciente. Suele ser más tardado por su menor número de defensas (sobre todo en quienes están bajo tratamiento dialítico o son trasplantados). De ahí que se aconseje extender su cuarentena dos o tres semanas después de que ya no presente síntomas y aun cuando su prueba salga negativa, mencionó la nefróloga del Instituto Salvador Zubirán, Olynka Vega a la Fundación Mario Robles Ossio.

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Decálogo de cuidados

Frente al panorama anterior y para reducir el riesgo de contagiarse o agravarse de COVID-19, varios especialistas entrevistados en Conexión NEF aconsejan a los pacientes renales:

  1. Cumplir con las medidas de autocuidado recomendadas (uso de cubrebocas y careta, gel antibacterial, lavado frecuente de manos, distanciamiento físico y confinamiento)
  2. No suspender los medicamentos con los cuales se controlan las afecciones que va generando la enfermedad renal crónica: baja o nula filtración, depuración deficiente, uremia, anemia, descalcificación…
  3. Seguir con sus revisiones y laboratorios para darle seguimiento a su ERC y hacer las adecuaciones correspondientes al tratamiento, para minimizar su avance o reducir sus complicacione
  4. Consultar a su médico tratante antes de tomar algún medicamento para otra enfermedad (incluyendo la COVID-19). Algunos pueden dañar al riñón, otros sangran el tubo digestivo y unos más pueden surtir el efecto contrario cuando se prescriben incorrectamente
  5. Confirmar regularmente -con un baumánometro, oxímetro y termómetro- que la presión esté cerca de 120/90 mmHg; la saturación de oxígeno por arriba de 90 y la temperatura debajo de 37°C
  6. Hacer ejercicios como tai-chi o yoga de 3 a 5 veces por semana. Las rutinas virtuales que dan los entrenadores especializados en ERC del portal www.trainsplant.com son otra opción
  7. Asistir a sus citas con el protocolo sanitario. Si el hospital donde lo atiendan se ha reconvertido a COVID-19, contactar a un nefrólogo certificado por instituciones médicas consolidadas del país
  8. Disminuir el consumo de sal, alimentos industrializados y refrescos, y consultar a un nutriólogo clínico especializado en ERC para que le dé una dieta de acuerdo al estadio de la ERC donde se encuentre, hay institutos como NIN que ofrecen consulta en línea
  9. Suscribirse a portales y canales de youtube en donde haya recetas y consejos para los diferentes estadios de la enfermedad. El de Fresenius y la pareja conocida como Junica IRC son dos de ellos
  10. Mantener la calma pese a la enfermedad

En la cuenta de Facebook Psiconefrología y en su teléfono (771 234 9083) encontrarás tips para hacerlo, así como psicólogos especializados en ERC. 

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