Inteligencia emocional: la clave para ser feliz y evitar el sufrimiento
La inteligencia emocional es la capacidad de detectar y ser capaz de manejar las emociones y sentimientos propios, así como los de las demás personas, significa saber cómo comportarse en diferentes situaciones sociales y no quedar fuera de lugar.
Inteligencia emocional y habilidades sociales
Este tipo de inteligencia requiere de tres habilidades sociales fundamentales que ayudan las personas a desarrollarse en cualquier situación social.
- La capacidad de identificar y nombrar las emociones propias
- Utilizarlas de una forma positiva y ser empático
- Saber cómo manejar los sentimientos propios y ajenos
Herramientas de la inteligencia emocional
Lamentablemente una persona no siempre tiene las herramientas necesarias para utilizar al. máximo el potencial de la inteligencia emocional. Existen cuatro señales que se pueden identificar fácilmente el nivel de inteligencia emocional de cada persona.
1. Pensar en las reacciones
Ante determinadas circunstancias, como por ejemplo una discrepancia que termina en una discusión, la inteligencia emocional puede marcar la diferencia entre distintas reacciones: la mejor sería tratar de no tomárselo como algo personal y la mala sería dejarse llevar por el enfado y terminar faltando el respeto a su interlocutor.
2. Ver la situaciones como un reto
Si somos capaces de reconocer las emociones negativas en nosotros mismos y ver las situaciones difíciles como un reto (por ejemplo una oportunidad de crecimiento profesional al perder un trabajo), al centrarse en las emociones positivas y perseverando, lo más probable es que tengamos una alta inteligencia emocional.
3. Modificar las emociones
Una vez que se tengan identificadas las emociones y los sentimientos, es necesario adaptarse a ellos y cambiar la ansiedad, preocupación y el enojo, para empezar a verlas como oportunidades y regularlas hacia un ambiente más positivo.
4. Empatía
La empatía es la capacidad de ponernos en los zapatos de los demás, comprender y conocer de dónde vienen las emociones de los otros. Esta habilidad es el mejor síntoma de un nivel de inteligencia emocional alto. Se trata de dejar de lado el egoísmo y mirar al otro como igual para imaginar lo que está sintiendo y responder al momento con ese conocimiento de causa.
El entrenamiento en inteligencia emocional más efectivo se centra en la gestión y en la expresión de las emociones, las cuales están directamente vinculadas a un buen desempeño laboral y a una mejora de la comunicación con clientes y compañeros de trabajo.
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También merece la pena señalar que la inteligencia emocional es una competencia cognitiva que puede mejorar a lo largo del ciclo vital; no obstante, puede resultar difícil orientar las emociones negativas por sí mismo, también es válido buscar ayuda profesional para recibir la orientación necesaria para empezar el proceso.
