Las redes sociales están creando la generación de niños más infelices en los últimos 25 años
Un estudio elaborado en Reino Unido reveló que la actual generación de niños es la más infeliz en los últimos 25 años. La investigación, elaborada por The Children’s Society (una organización sin ánimos de lucro) explicó que además de las obligaciones escolares y el bullying, uno de los principales factores que contribuye a la infelicidad de los menores es la exposición excesiva a las redes sociales sin ningún tipo de guía u orientación al respecto.
Redes sociales en niños en la actualidad
Si bien es innegable la presencia de las redes sociales en la actualidad, lo cierto es que la navegación indiscriminada de los más pequeños provoca soledad, sedentarismo y confusión, especialmente cuando se enfrentan a cánones de belleza y perfección irreales que abundan en redes como Instagram y que pueden desorientarlos fácilmente y hacerlos sentir incómodos con tópicos como su apariencia física e imagen corporal:
«Los jóvenes de hoy en día están cada vez más descontentos con sus amistades, uno de los elementos fundamentales del bienestar, así como con su apariencia y la escuela. También sabemos que el uso excesivo de las redes sociales es un factor relacionado con el bajo bienestar de los niños. Los niños están agobiados por temores que van desde preocuparse por el futuro, no tener suficiente dinero y hasta no sentirse seguros en la escuela”, aseguró Mark Rusell, director de The Children’s Society.
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La investigación calculó que en una escala de felicidad en todos los aspectos de su vida, los menores puntuaron un 7.89, la cifra más baja en los últimos 25 años de la muestra, que alcanzó su punto más alto en 2010, cuando el índice de felicidad infantil marcó alcanzó los 8.21 puntos.
El estudio de The Children’s Society no es el único que atribuye al abuso de redes sociales problemas de socialización e inseguridad que influyen en la plenitud infantil. Distintas investigaciones han demostrado que la mayoría de las redes sociales funcionan proveyendo un estímulo a partir de la aceptación. En este caso, se trata de la interacción social, un mecanismo que activa el sistema de recompensa del cerebro y áreas relacionadas con el placer, de la misma forma que ocurre con el consumo de drogas.
En Silicon Valley, la capital de las empresas tecnológicas como Facebook, propietaria de WhatsApp e Instagram, los expertos que se encargan de desarrollar el software, las interfaces y las últimas novedades de las redes sociales más populares del mundo han comenzado a imponer un estricto control a sus hijos de los tiempos que pasan frente a una pantalla de smartphone, computadora e incluso televisión. Los más radicales (muchos exempleados de Facebook) han prohibido de tajo la utilización de redes sociales a los más pequeños de casa, una historia documentada de cerca por el diario The New York Times.
En México, 82.7 millones de personas tienen acceso a Internet. De ellos, el 26 % son menores de edad de entre 6 y 17 años, poco más de 21 millones de niños. Es responsabilidad de los padres estar presentes y enseñar a los más pequeños la mejor manera para navegar de forma segura, además de aprender de derechos digitales y sobre todo, explicar a los internautas más jóvenes cómo funcionan las redes sociales y por qué no deben tomar todo lo que encuentran en ellas como cierto.