¿El olfato está relacionado con un aumento de peso? Los resultados de la última investigación científica al respecto te sorprenderán

Lo hemos dicho cuando vemos una comida con mucha grasa o carbohidratos y bromeando, aseguramos que basta olerlo ya para aumentar un par de kilos. Y no creemos que sea posible, ¿o sí? ¿Qué tanta verdad tiene esa aparente broma?

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Lo primero que hay que resaltar es que es cierto que el olfato tiene mucho que ver con el apetito, pues lo condiciona: si crees que no tienes nada de hambre, luego de oler un alimento delicioso el cuerpo reacciona provocando un deseo súbito de comer, pero no sólo eso: una nueva investigación por parte del Centro Médico Cedars-Sinai ha descubierto que el sentido del olfato no sólo desata el antojo, también es capaz de modificar cómo procesamos los nutrimentos.

El olor de los alimentos

De acuerdo con la Dra. Celine Riera, profesora asistente del Centro de Neurociencias y Medicina, el experimento descubrió que los ratones utilizados en la investigación que no tenían sentido del olfato comían la misma cantidad de alimentos que los normales; sin embargo, eran más delgados:

Estos resultados son similares a los encontrados en una investigación por la Universidad de Berkley en California publicado en 2017, esto se debe a que «los individuos son más sensibles a los olores cuando tienen hambre que después de haber comido. Mientras el cuerpo busca comida, almacena calorías de reserva, pero cuando la comida está asegurada, el cuerpo se siente libre para quemarla» explicó la Dra. Celine Riera.

Esto funciona ya que el sentido del olfato puede promover la acción del hipotálamo para entrar en alerta y emitir una señal al metabolismo, causando que se puedan almacenar las reservas calóricas en lugar de hacer uso de ellas.

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Esta investigación es un gran descubrimiento para entender de una mejor forma cómo se desarrolla la obesidad en las personas y mejorar los tratamientos para combatirla y reducir los efectos y enfermedades derivadas por este padecimiento.

¿Qué se puede hacer al respecto?

Sin embargo esto no significa que se tenga que tapar la nariz para evitar oler ningún alimento con grasa para suprimir esa reacción en el cuerpo, sino tener control a la hora de comer y evitar las comidas con alto contenido de carbohidratos y sal.

Otra forma es empezar a cambiar el estilo de vida, buscar ejercicios que mejoren el rendimiento, el sistema cardiovascular y el metabolismo, causando una reacción en cadena que derive en una pérdida de peso y disminución del Índice de Masa Corporal (IMC).

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Todas estas acciones pueden prevenir el aumento de peso y más importante, prevenir las enfermedades cardiacas y metabólicas causantes de muertes prematuras en México, incluso cuando detectes un olor delicioso en los alimentos.