Los Trastornos de la Conducta Alimentaria se caracterizan por la obsesión con la pérdida de peso y la forma del cuerpo, lo que puede derivar en problemas de salud graves.

La depresión y los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son una realidad que afecta a miles de personas en México. Según estudios, se presentan cerca de 20 mil casos al año, afectando a personas de cualquier edad y género.

Incidencia de los trastornos de la conducta alimentaria

Entre un 5% y 10% de los adolescentes padecen algún tipo de Trastorno de la Conducta Alimentaria

Entre un 5% y 10% de los adolescentes padecen algún tipo de TCA, quienes pueden experimentar depresión, ansiedad, estrés postraumático e incluso tener ideas suicidas. Además, muchos de ellos pueden caer en el consumo de sustancias adictivas.

Lamentablemente, la mayoría de las personas que viven con algún TCA tardan hasta 10 años o más en buscar ayuda profesional después de haber hecho “ajustes” en sus hábitos alimenticios. Por ello es fundamental que se hable abiertamente sobre estos trastornos y se busque ayuda lo antes posible.

Preocupación excesiva por la apariencia

Aunque se creía que los Trastornos de la Conducta Alimentaria eran exclusivos de las mujeres, en la actualidad existe un aumento en la población masculina adolescente.

Aunque se creía que los TCA eran exclusivos de las mujeres, en la actualidad existe un aumento en la población masculina adolescente. La detección en este grupo puede ser más complicada, ya que suelen evitar hablar del tema y no buscan ayuda profesional.

Los TCA están estrechamente correlacionados con el Trastorno Dismórfico Corporal, el cual se presenta como una preocupación excesiva en la apariencia. Las personas que lo padecen piensan constantemente que tienen diversos defectos en su apariencia física, se auto perciben con sobrepeso u obesidad y esto les impide desenvolverse felizmente en el ámbito social y personal.

Trastornos de la conducta alimentaria más frecuentes

Los TCA más comunes en México son la bulimia, la anorexia nerviosa y el trastorno por atracón. Cada uno de ellos tiene síntomas y consecuencias específicas que pueden poner en peligro la vida de los pacientes.

Bulimia

Se trata de un trastorno alimentario que se caracteriza por la presencia de atracones de comida seguidos de comportamientos compensatorios inapropiados para evitar el aumento de peso. Posteriormente, se llevan a cabo acciones como el vómito autoinducido, el uso de laxantes o diuréticos, o la realización de ejercicio excesivo como forma de compensación.

Trastorno por atracón

Se trata de un trastorno de la conducta alimentaria en el que paciente come en exceso y más rápido de lo normal, consume alimentos hasta sentirse incómodamente lleno o come demasiado sin tener hambre. A menudo, después del atracón, siente asco y tiene episodios depresivos. Las personas con esta conducta padecen sobrepeso u obesidad, presentan problemas digestivos, dolores de cabeza y musculares; estrés, problemas para dormir, mientras que las mujeres sufren alteraciones del ciclo menstrual.

Anorexia nerviosa

La anorexia nerviosa es un desorden alimentario en el que se restringe la cantidad de comida ingerida, lo que resulta en una pérdida considerable de peso que puede llegar a ser inferior al adecuado para la edad, género o desarrollo del individuo. En algunos casos, esta situación puede derivar en una desnutrición grave.

Quienes padecen Trastornos de la Conducta Alimentaria deben recibir atención inmediata. Si tienes síntomas, acude a una valoración con especialistas para una orientación adecuada. Actualmente, Grupo Punto de Partida cuenta con el Programa Casa Rosa Teens, con especialistas capaces de atender los Trastornos de la Conducta Alimentaria en adolescentes y adultos jóvenes.

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