Sigue los consejos expertos para tratar una quemadura correctamente a fin de prevenir daños, evitar errores comunes y facilitar una recuperación efectiva.

Las quemaduras pueden dejar secuelas y daños en la salud, pero entender cómo tratar una quemadura correctamente reduce sus efectos y facilita la recuperación. Aquí te comparto información clave y consejos prácticos para actuar con seguridad y eficacia, basados en las recomendaciones de Francisco Valdez Saldaña, Jefe de Primeros Auxilios del Hospital ABC de Santa Fe.

Cómo tratar una quemadura según su grado de profundidad

El primer paso para saber cómo tratar una quemadura es identificar su grado, ya que esto define la urgencia y el tipo de atención requerida

El primer paso para saber cómo tratar una quemadura es identificar su grado, ya que esto define la urgencia y el tipo de atención requerida:

  • Quemaduras de primer grado: Afectan solo la epidermis, provocando dolor y enrojecimiento. Se recomienda exponerse bajo agua corriente fresca durante unos minutos y luego aplicarse una pomada natural, como aloe vera, para aliviar.
  • Quemaduras de segundo grado: Penetran la dermis y suelen formar ampollas. Se recomienda lavar suavemente con jabón neutro y aplicar pomadas desinfectantes como Furacin o sulfadiazina de plata, para evitar infecciones.
  • Quemaduras de tercer grado: Son las más severas, dañan varias capas de piel y requieren atención hospitalaria inmediata. Mientras se traslada al paciente, debe cubrirse la herida con gasa o tela limpia y sujetarla con un vendado suave.

Importancia de la fuente de la quemadura y causas

La fuente del calor puede determinar el tipo de quemadura y su manejo. Por ejemplo:

  • Las quemaduras por sol o contacto breve con agua caliente suelen ser de primer grado.
  • La exposición prolongada o quemaduras por aceite de cocina pueden provocar lesiones de segundo grado.
  • Quemaduras profundas o extensas, ocasionadas por sustancias químicas, electricidad o fuego, generalmente son de tercer grado y necesitan atención especializada.

Comprender el origen te ayudará a actuar con mayor precisión y evitar complicaciones.

Remedios a evitar para no empeorar una quemadura

Existen falsos mitos muy comunes sobre el cuidado de quemaduras que pueden dañar más la piel.

Existen falsos mitos muy comunes sobre el cuidado de quemaduras que pueden dañar más la piel. Valdez Saldaña nos alerta sobre cuatro prácticas dañinas:

  • No soplar ni abanicar la quemadura, porque aumenta la irritación al exponer las terminaciones nerviosas.
  • No reventar las ampollas, pues actúan como protección natural mientras la piel se regenera.
  • No aplicar hielo o agua demasiado fría, ya que reduce la circulación sanguínea y empeora la lesión.
  • No untar salsas comerciales como mostaza o mayonesa, que pueden irritar o contaminar la herida.

El proceso de recuperación

Cuando alguien sufre una quemadura de tercer grado, su familia y amigos deben estar conscientes de que para recuperarse pasara por dos o más terapias (según la gravedad de la lesión), como son:

  • La aplicación de líquidos y lociones especiales para contrarrestar la deshidratación que ésta genera.
  • La reducción del esquema de inflamación que se presenta ante la agresión a la piel pues si este persiste, la piel no puede renovarse.
  • El corte que se le hará a la piel quemada con el fin de que inicie su regeneración y cumpla con sus múltiples funciones.
  • La colocación de implantes cuando la piel no se regenera. Estos pueden ser del propio paciente, cadáver o incluso no biológicos.
  • Recuperación sicológica, por el nuevo aspecto que tenga el área quemada y la disminución que en su movimiento pudiera presentar.

Un punto fundamental

El lugar donde se atienda una quemadura de tercer grado o que abarque más del 20% del cuerpo, será decisivo en dicha recuperación, explica Valdez Saldaña: “Es importante que la institución tenga certificaciones como la de la Joint Comission, porque asegura que tiene el equipo humano y la infraestructura adecuadas para tratar quemaduras”.

Saber cómo tratar una quemadura es vital para minimizar daños y acelerar la curación. Desde reconocer el grado y origen hasta evitar remedios caseros perjudiciales, estas acciones pueden marcar la diferencia en tu salud y bienestar. Ante quemaduras graves o extensas, acude a centros certificados que garanticen atención especializada. Protege tu piel y actúa con conocimiento y rapidez.

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