5 Mitos sobre las vitaminas que debes dejar de creer
La vitaminas son nutrimentos que el cuerpo necesita para funcionar correctamente y mantenerse saludable. Desafortunadamente la malformación ha provocado que muchas personas decidan evitar consumirlas, o lo hagan de manera incorrecta, provocándose ciertos daños. Por eso es importante aclarar estos mitos sobre su consumo.
Mito sobre las vitaminas 1: ayudan a compensar una dieta deficiente
Realidad: Los multivitamínicos no pueden sustituir una dieta saludable, ya que es fundamental llevar una alimentación equilibrada. Un multivitamínico contiene alrededor de 15 vitaminas y minerales, los cuales pueden complementar la dieta al aumentar los niveles de energía y fortalecer los músculos, pero no reemplazan la ingesta de alimentos ni la hidratación.
Mito vitaminas 2: Suplementos de vitaminas no son necesarios
Realidad: Tomar un suplemento vitamínico nunca está de más, sobretodo cuando se tiene deficiencia de alguna vitamina. Por ejemplo, las mujeres embarazadas necesitan ácido fólico por el bienestar del bebé. O las personas alérgicas a algunos alimentos necesitan un reemplazo de calcio, zinc o vitamina D. En este caso es importante asesorarse medicamento para saber las dosis correctas.
Mito vitaminas 3: Previenen enfermedades
Realidad: Tomar vitaminas solo ayuda a prevenir enfermedades, si se tiene deficit de ese nutrimento. Por ejemplo, algunos estudios han revelado que un elevado porcentaje de enfermos de Covid tienen deficit de vitamina D, por lo que un tratamiento con ésta les ha ayudado a mejorar los síntomas.
Mito vitaminas 4: Tomarlas evita el cáncer
Realidad: Un estudio determinó que tomar vitaminas no reduce el riesgo de cáncer. Los resultados arrojaron que las mujeres que tomaron vitamina B tuvieron las misma respuesta que quienes tomaron placebo. Hubo enfermas de algún cáncer y decesos.
Mito 5: Las vitaminas no interfieren con los medicamentos
Realidad: Dependiendo del tipo de medicamento y la afección, puede haber alguna vitamina que provoquen efectos secundarios. Un ejemplo es la vitamina K, que promueve la coagulación, evitaría el efecto de la warfina, un anticoagulante. Otro caso ocurre con los antibióticos y probióticos, pues los primeros acaban con el efecto de los segundos.
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Es fundamental deshacerte de los mitos sobre la toma de vitaminas antes de decidir si debes consumirlas o no. Te recomendaría que consultes a un especialista para obtener un diagnóstico preciso sobre los déficits en tu organismo y determinar qué vitaminas realmente necesita tu cuerpo. |
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