Cuando comienzas una nueva rutina de entrenamiento, es común preguntarte si es mejor enfocarse en el cardio o en la fuerza. La respuesta a esta pregunta depende de los objetivos que quieras alcanzar al final del día. Ambos entrenamientos tienen sus beneficios: mientras uno ayuda a la explosividad y la fortaleza de los músculos, la otra se enfoca en mejorar el ritmo cardiaco y la ingesta de oxígeno.
Cardio o fuerza cuando buscas perder peso

De acuerdo con el ex atleta especializado en canotaje, Herwig Natmessnig, es recomendable primero hacer los ejercicios de fuerza antes de salir a correr para vaciar las reservas de carbohidratos. La clave para disminuir unas tallas es un balance energético negativo: si quemas más calorías de las que consumes, perderás peso.
Cuando buscas mejorar la fuerza y aumentar músculo
Lo primero es enfocarse en el entrenamiento de fuerza, ya que con el cardio el músculo puede cansarse más de lo que es necesario y el rendimiento no será el mismo, ¿por qué? luego de correr, hacer bicicleta u otro ejercicio aeróbico, el cuerpo ya habrá agotado sus reservas de energía rápida durante el tiempo del ejercicio aeróbico y no podrá recuperarlo para el entrenamiento de fuerza.

Cuando buscas mejorar la resistencia…
En este caso es al revés, salir a correr es lo más recomendable antes de poder iniciar un entrenamiento basado en fuerza. Y es que para la resistencia es más recomendable tener los músculos descansados y sin dolor, ya que para empezar es un distractor, y luego puede interferir cuando se tratan de sesiones de entrenamiento largas con rutas intensas o de alto kilometraje.
Alimentación durante el entrenamiento
Recuerda que la alimentación es igual de importante que el ejercicio físico, ya que los entrenamientos de fuerza o resistencia requieren diferentes tipos de nutrimentos, como proteínas y carbohidratos. Una mala dieta puede afectar negativamente el rendimiento durante el entrenamiento y, en casos extremos, puede ser peligroso, causando lesiones o desmayos. Por lo tanto, es fundamental mantener una alimentación equilibrada y adecuada para lograr un entrenamiento efectivo y seguro.
Para alcanzar tu mejor rendimiento físico, es esencial definir un objetivo claro y compartirlo con tus entrenadores y nutricionistas. Así podrás personalizar tu rutina de entrenamiento y dieta para obtener los resultados deseados. No olvides incluir ejercicios de resistencia, cardio y fuerza, ya que son fundamentales para mejorar tu rendimiento físico. ¡Comienza a trabajar en tu mejor versión física ahora mismo! |
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