Los problemas más frecuentes que se dan por los trastornos del sueño, son insomnio, ronquido intenso, somnolencia excesiva durante el día, hipersomnias, síndrome de piernas inquietas, apneas (pausas en la respiración del sueño), bajos niveles de hierro y un desequilibrio de cobre.
Los seres humanos pasan aproximadamente un tercio de sus vidas durmiendo, etapa en la que es fundamental conciliar un sueño de buena calidad, para descansar y reponer las energías del día. Sin embargo, existen diversas enfermedades que lo pueden alterar, afectando la vida familiar, laboral y social.
De acuerdo con la Clínica del Sueño de la Universidad Autónoma de México (UAM), los trastornos de sueño en el país, son muy frecuentes: se calcula que el 30% de la población presenta alguno de ellos. Algunas causas que los desencadenan son el uso de teléfonos celulares, laptops, videojuegos y la computadora, especialmente durante la noche.
Función del cobre en el sueño
El cobre puede llegar a ser un aliado del buen dormir, evitando alteraciones por los diversos factores antes mencionados. Y es que este mineral ayuda a la noradrenalina, una sustancia química responsable de la activación general del cerebro, y la más importante involucrada en el sueño.
Además de que, a largo plazo, la falta de este metal puede precipitar un sin número de condiciones inflamatorias y degenerativas, incluyendo osteoporosis y enfermedades cardiovasculares; y afectar el desarrollo del feto, sobretodo en el último trimestre de gestación, ya que es cuando se necesita más del cobre para asegurar un desarrollo neuronal apropiado.
De ahí que consumir una dieta rica en este mineral, se vuelve esencial, si de conseguir un relajante sueño se trata. El cobre se puede encontrar principalmente en legumbres, carnes rojas, pescados y mariscos, frutos secos y arroz, entre otros alimentos. Estos alimentos ricos en cobre, pueden beneficiar no solo un buen dormir, sino también un buen estado de salud en general.
Otras ayudas
Para un buen dormir, la industria farmacéutica recomienda el consumo de vitaminas, minerales y suplementos, ya que son grandes y esenciales somníferos, para ayudar a mantener un sueño saludable.
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La mejor fuente de nutrientes para la salud proviene de los alimentos frescos. Sin embargo, dado el agotamiento de los suelos, el uso de pesticidas, el proceso al que se someten algunos alimentos y los malos hábitos alimenticios, en ocasiones no podemos absorber las comidas de manera adecuada, por lo que la suplementación resulta una buena fuente para proveer al cuerpo el cobre y el hierro, necesarios para garantizar una buena calidad de sueño.