Genofobia: qué es y cómo tratar el miedo al sexo de forma efectiva
La genofobia, también conocida como coitofobia, es el miedo a tener relaciones sexuales. Las personas que sufren de genofobia pueden expresar miedo a cualquier acto sexual con otra persona, o consigo mismo. Las causas pueden ser físicas o psicológicas, y sí hay un tratamiento para controlarla.
Causas de la genofobia
Tanto hombres como mujeres pueden desarrollar genofobia, un miedo irracional al sexo, debido a diversos factores.
1. Traumas
Ser víctima de una violación o abuso sexual suelen ser factores muy comunes que desencadena genofobia. Resulta difícil para las víctimas superar ese tipo de experiencias tan traumantes, por loque es necesario acudir con un profesional de la salud para recibir apoyo.
2. Culturales
Tener una educación sexual basada en tabúes puede ocasionar problemas de genofobia, ya que estas personas en su mayoría perciben el sexo como algo malo o pecaminoso.
3. Ansiedad
La ansiedad provocada por inseguridades puede desencadenar en tener miedo al sexo. El temor de no poder satisfacer a la otra persona, o tener inseguridades con su físico.
4. Problemas físicos y de salud
Cuando una persona padece algún tipo de afección o condición médica le genera inseguridad y miedo al sexo, algunas de esas condiciones son:
Vaginismo, ya que tener relaciones sexuales es doloroso e imposible, a veces.
Disfunción eréctil, pues el hecho de no lograr o mantener una erección puede generar vergüenza y miedo a burlas… y al sexo.
Tratando la genofobia
Cada una de las causas que desencadenan genofobia tiene tratamiento. Pero es muy importante acercarse al especialista correspondiente. Ya sea con medicamentos, terapia psicológica o con otro tipo de dedicación es posible superar esta fobia.
Para el trauma provocado por abuso sexual o violación, un psicoterapeuta tiene la capacidad de brindar terapias para superarlo. También puedes leer: Beneficios del sexo para el cerebro. ¿Qué frecuencia mejora sus funciones?
Cómo tratar la genofobia
Los problemas sexuales como el vaginismo y la disfunción eréctil pueden tratarse con medicamentos, asistiendo con un ginecólogo o urólogo, dependiendo el caso. Aunque en algunas situaciones, la terapia psicológica también es importante.
Si la genofobia es causada por una condición mental como la ansiedad, baja autoestima u otro tipo de inseguridad, lo más recomendable es acudir a un psicólogo para tratarla con terapia.
En cualquiera de los casos, es muy importante expresar su sentir y pedir ayuda. Las fobias pueden desencadenar el ataques de ansiedad o de pánico, así que cuidarte es primordial.
Si tener sexo te genera miedo, puede ser genofobia, y lo puedes tratar para que no te afecte tanto. Te sentirás mejor física y emocionalmente. |
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