Vacaciones en tu habitación: un viaje mágico hacia tu interior
¿Qué dices cuando te preguntan a dónde te gustaría ir de vacaciones? A lo mejor viene a tu mente un viaje mágico a la playa o alguna cabaña alejada. Quizá si eres mamá, piensas en algún lugar divertido para tus hijas o hijos. Pero, piensa de nuevo: ¿dónde realmente podrías descansar y recuperar tu energía?
Viaje mágico en tu propia habitación
Te doy una idea: ¡puedes realizar un viaje mágico en tu propia habitación! Sé que quizá suena poco exótico o emocionante, quizá incluso puede parecer aburrido, pero si el viaje es hacia dentro de ti, te aseguro que estará lleno de sorpresas y vistas inolvidables. El secreto para hacer este tipo de turismo es la meditación.
Meditación: un viaje mágico que te acerca a tu interior
Hoy te comparto tres consejos para facilitar el acercamiento a la práctica de la meditación, para disfrutar sus beneficios y acabar con algunos mitos asociados a ella. Puedes leer también: Grounding: beneficios de caminar descalzo y conectar con la energía de la tierra
1. Si te observas, meditas
En esencia, la meditación es el arte de ser consciente de lo que sucede dentro y alrededor de ti. Tu día es una secuencia de acciones, pero si logras aprender a observarte en esas actividades, ya eres un meditador. Pruébalo: mírate al tomar una decisión, al manejar, al hablar y hasta al descansar sobre tu cama al final del día, verás que este viaje mágico te puede traer beneficios palpables a tu vida.
2. Puedes meditar en movimiento
Por lo anterior, la meditación no está en contra de la acción. Uno de los mitos más comunes es creer que para meditar tienes que poner tu mente en blanco y tu cuerpo quieto. Claro, aislada en la montaña y con total silencio podrías sentirte muy en calma, pero el reto es traer ese estado de bienestar a tu día a día.
La clave de este viaje mágico es olvidarte de poner la mente en blanco porque es imposible. Mejor observa tus pensamientos sin engancharte en ninguno, simplemente déjalos pasar mientras sigues haciendo lo que sea que estuvieras haciendo.
3. No aprendes, ya sabes meditar
La meditación no es algo que se agrega a ti; es un florecimiento, un viaje mágico hacia el despertar. Hay una gran variedad de técnicas que te guían en el proceso, lo recomendable es intentar con varias hasta encontrar aquella con la que mejor conectas.
En YouTube existen miles de opciones gratuitas. Es mejor si empiezas por 5 ó 10 minutos, y puede ayudarte ambientar la habitación con incienso o algún aroma que te guste, luz artificial tenue o velas y una postura muy cómoda: sentada con las piernas cruzadas, en una silla o incluso recostada en la cama.
Meditar te permitirá descubrir mucho sobre ti, tus emociones y tu conciencia corporal. Es, tal cual, un viaje mágico a tu propio Ser… ¡y eso sí que empodera! |
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María Elena Esparza Guevara – Maestra en Desarrollo Humano por la Universidad Iberoamericana, guía de yoga y comunicóloga feminista – Activista por una vida libre de violencia para niñas, mujeres y adultas mayores – Se ha especializado en la conciencia corporal como una estrategia preventiva de las agresiones de género – Actualmente es Asesora Honoraria del Consejo Ciudadano de la CDMX, desde donde diseña talleres y campañas de difusión para visibilizar los derechos de poblaciones vulnerables y empoderarlas – Twitter: @MaElenaEsparza |