Mientras más pasan los años, aunque se tenga un estilo de vida saludable, con ejercicio constante y una alimentación apropiada, disminuir el peso y los niveles de grasa se vuelve cada vez más complicado. Entender por qué es fundamental para poder cambiar la relación entre la comida y el cuerpo.
Una reciente investigación del Instituto Karolinska, en Suecia, encontró que una de las razones principales por la dificultad de perder peso se debe gracias a la sustitución de lípidos, proceso en el que se eliminan los eliminar los lípidos del tejido adiposo el cual va disminuyendo mientras pasan los años.
Los efectos de la sustitución de lípidos
De acuerdo con la investigación, la disminución de las células que permiten eliminar los lípidos del tejido adiposo está relacionado con el exceso de masa corporal, lo que afecta gradualmente a las personas a medida que envejecen y es lo que facilita el aumento de peso, sin importar los cambios en la nutrición o ejercicio que realicen.
La investigación se realizó con una muestra de 100 personas, hombres y mujeres, a lo largo de 13 años. Durante ese tiempo todos mostraron una reducción en las células encargadas en la sustitución de lípidos, independientemente de haber subido o bajado de peso.
«La salud en general está afectada por un incremento en el tamaño de las células grasas (adiposas), así que, a medida que envejeces y consumes alimento al mismo ritmo y no te ajustas al hecho de que no estás quemando lo mismo, tus células grasas crecerán en tamaño y eso tendrá consecuencias negativas para tu salud», comentó Kristy Spalding, una de las principales investigadoras del Instituto.
Esta incapacidad de ajustar su dieta a los cambios que sufría su cuerpo también está relacionada al aumento de un 20% del peso corporal.
El ritmo de la quema de grasa
La investigación también incluyó a mujeres que se realizaron el procedimiento quirúrgico de reducción del estómago, ya sea por liga o removiendo una parte de este, buscando principalmente si la sustitución de lípidos se convertía en un factor años después de su cirugía.
Los resultados demostraron que sólo aquellas mujeres que habían manifestado su capacidad de eliminar las células adiposas no había disminuido antes de la cirugía pudieron aumentar la sustitución de lípidos y mantener su pérdida de peso.
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Sin embargo, los investigadores recalcaron que el ejercicio sigue siendo fundamental para una buena salud; cada persona tiene que buscar nuevos métodos y estrategias de tratamientos que realmente puedan acelerar el ritmo al que se quema la grasa, lo que abre nuevas formas de tratar el sobrepeso y la obesidad.