“No eres tu cuerpo, tu cuerpo no te define” es un grito de batalla del movimiento Body Positive, el cual se plantea como una contracultura a los estándares de belleza femeninos: estar delgada, tener una estatura determinada, cara con facciones finas. En suma, estereotipos irreales que reproducen un cuerpo perfecto, sin marcas ni estrías.
Desde pequeñas, a las mujeres se les ha bombardeado con estereotipos de cuerpos delgados dentro de la cultura popular, se les exige reproducir tal patrón que se mantiene constante desde la infancia y cuyos efectos negativos pueden llegar a tener una fuerte repercusión dentro de la psique infantil y adolescene.
Qué busca el Body positive
El movimiento Body positive nos invita a reflexionar sobre la relación entre el cuerpo y el ser, es decir, alcanzar la autoaceptación de la mano del amor propio con la figura del cuerpo, además de reforzar la seguridad y la no comparación con otras personas, esto eleva los niveles de autoestima y resignifica el poder que los comentarios ajenos tienen sobre la psique.
El movimiento también intenta recuperar los espacios en los que se reproducen estos estándares, campañas como el Self-Esteem project de Dove proponen introducir tallas para diferentes tipos de cuerpo en tiendas como Forever 21 o Nike, con el apoyo de Serena Williams, ayuda a entender que no siempre se tiene que tener un cuerpo perfecto para ser un atleta o bien, estar en forma y buena condición física.
La salud y el movimiento
Todas estas acciones han ayudado a impulsar figuras femeninas más realistas dentro de la cultura mediática actual; no obstante, existe una problemática de salud a nivel mundial y con especial énfasis en México relacionada con el sobrepeso y la obesidad. De acuerdo con la OCDE, el índice de obesidad de nuestro país es el segundo más alto del globo sólo por debajo de Estados Unidos, pues más del 35% de los mexicanos sufren esta condición.
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Gracias a estas cifras, las críticas al movimiento se han presentado con argumentos como la noción de que bajar de peso es una meta de salud o razonamientos como “si aceptamos la gordura vamos a hacer a la gente gorda” sin llegar a la raíz de la problemática. No se trata de “aceptar” o no la gordura, sino de entender que el verdadero problema está en la falta de acceso a la nutrición y a la activación física desde las escuelas, además de comprender que hay existen tipos de cuerpos, cada uno con características únicas.
Aceptar tu cuerpo y su poder no significa glorificar la gordura, sino entender que hay diferentes tipos de personas, cada una con características diferentes y todos pueden resultar bellos.