La nutrición tiene un impacto directo no solo en el rendimiento de los atletas, también en la recuperación después del esfuerzo físico de manera fundamental. Todo lo que comes o dejas de comer, va a influir en tus reservas de energía y en el cuidado o desarrollo de tus fibras musculares y la leche no es la excepción.

Beneficios de la leche

Uno de los grandes atributos de la leche es su aporte de calcio a la dieta, pero lo que muchos desconocen es que también otorga grandes beneficios para la salud, como el fortalecimiento de los músculos. Gracias a su proteína, beber leche contribuye a reducir el daño muscular y a mejorar la recuperación después del ejercicio, básico para quien lleva un estilo de vida activo.

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Estudios científicos demuestran que el crecimiento y la reparación de las fibras musculares aumentan cuando se consumen proteínas a través de la leche, ya que proporciona el agua y los electrolitos perdidos mediante el sudor, además de que contiene proteína y carbohidratos necesarios para la síntesis de proteína y glucógeno en el músculo.

Funciones de la leche en el músculo:

La leche es una excelente opción para rehidratar al organismo tras el ejercicio, no sólo porque proporciona el agua y los electrolitos perdidos al sudar, sino porque contiene proteína y carbohidratos, necesarios para la síntesis de proteína y glucógeno en el músculo.

  • El potasio de la leche promueve el mantenimiento de la masa muscular
  • El calcio es auxiliar en la contracción muscular
  • El fósforo funciona como enlace de alta energía
  • El magnesio es útil como cofactor en la generación de energía
  • El sodio y potasio favorecen la contracción muscular y el equilibrio hidroelectrolítico.

El Australian Institute of Sports (AIS) recomienda el consumo de suplementos proteínicos, sobre todo productos a base de suero de leche como fuente útil y oportuna de energía y nutrientes en la dieta del atleta.

Toda persona que realiza ejercicio físico debe procurar la rehidratación de líquidos y electrolitos al terminar su rutina, así como la reposición del glucógeno muscular, la reparación de las proteínas dañadas y síntesis de nuevas proteínas.