Dieta y depresión: ¿qué comidas afectan tu estado de ánimo?
Los objetivos personales al seguir una dieta sana son lograr una mejora en la figura y en la salud, o disminuir sus efectos cuando ya se tienen enfermedades como la diabetes, síndrome metabólico y otras asociadas con el aumento de peso. Sin embargo, poco se habla sobre cómo influye la dieta en las enfermedades mentales como la depresión.
Nutrición contra la depresión
De acuerdo con una investigación publicada en The Lancet, la nutrición es igual de importante para la salud mental como para la física. Recordemos que son muchas y muy variadas las dietas a las que se someten las personas según su país de residencia, sin importar si cubren las porciones recomendadas para el funcionamiento correcto del cerebro, o que incluyan nutrimentos como la vitamina B, zinc, magnesio entre otros.
La mejor dieta para la depresión y el estado de ánimo
Una dieta saludable con alimentos ricos en nutrimentos, requiere de comidas como frutas, vegetales, alimentos del mar, granos enteros, carne sin grasa, nueces y legumbres, evitando comidas ultraprocesadas como la chatarra, galletas y panes industrializados, que pueden aportar una resistencia contra el origen de los desórdenes mentales como la depresión.
La nutrición pueden afectar de forma directa la salud mental, dado que el cerebro funciona con un ritmo metabólico muy alto, además de que usa una porción muy sustanciosa del total de energía que se obtiene a través del consumo de los diferentes nutrimentos, que favorecen la estructura y función cerebral. Para ello requiere del consumo diario de aminoácidos, grasas, vitaminas y minerales.
Otra investigación de la University College London, también encontró que los alimentos chatarra tienen un efecto de inflamación en todo el cuerpo, conocido como «inflamación sistémica», lo cual puede afectar directamente el riesgo de depresión de una forma significativa.
Según la doctora Camille Lasalle, que lideró el análisis de los investigadores de la londinense University College London (UCL): “La inflamación crónica puede afectar a la salud mental al transportar moléculas pro-inflamatorias al cerebro. También puede afectar a las moléculas neurotransmisoras responsables de la regulación del estado de ánimo».
La depresión o la dieta, ¿qué fue primero?
La depresión y la dieta van de la mano, pues entre los síntomas se encuentran la falta de apetito o bien el aumento del mismo, y muchas veces son los hábitos alimenticios los que más se pueden ver afectados, dado que se pueden buscar productos que no son saludables y solamente llenan el vacío, pero no llevan a cabo la función de nutrir.
De acuerdo con la doctora Camille Lasalle, una dieta pobre aumenta el riesgo de tener depresión, ya que se pudo determinar como un punto de partida para los nuevos casos de este padecimiento.
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«Nuestros estudios apoyan que revisar los planes nutrimentales son importantes cuando se visita al doctor, especialmente si son especialistas en salud mental. Esto es muy importante para el paciente, pero también para la salud pública, especialmente en un contexto en el que se ha reconocido que una mala nutrición es una de las primeras causas de muerte en todos los países, además de que los desórdenes mentales son la primera causa de discapacidad”, concluyó la Dra. LaSalle.