Es domingo, es lunes, es miércoles y llega el momento en tu vida que te queda el registro de que todo está revuelto y es prácticamente atemporal. No encuentras ni tiempos ni espacios para nada, tu agenda está “abarrotada” de pendientes, de juntas, de actividades laborales aún en los días de descanso. Te sientes “rebasado” y regularmente aislado de tu pareja, de tu familia y amigos.
En el intento de hacer una pausa, no tienes lugar para ti. Te has dado cuenta que la gestión de tu tiempo no anda del todo bien. Has agotado la posibilidad de los espacios para tu salud, para salir y evidentemente también han aumentado tus quejas somáticas con reclamos de atención y convivencia de la gente que te rodea.
Toma nota de algunos síntomas que están asociados al estrés laboral crónico también conocido como burnout si con regularidad te escuchas o detectas ante las presiones del trabajo con estos síntomas:
- Un “me duele la cabeza”, “me siento agotado” “tengo insomnio”; “estoy abrumado”, irritable, nervioso, no siento energía, tengo taquicardia, mareos, falta de apetito, incapacidad de estar relajado, dificultad para tomar decisiones.
- Con aumento o disminución de peso, hipersensibilidad a los comentarios de otros, aumento de consumo de tabaco, variabilidad en tu estado de ánimo.
En general esta apreciación resulta en un estilo de vida que se ha empobrecido con esta recurrente y continua impresión de “estar quemado” agotado laboralmente.
- La OMS analiza de qué forma el estrés laboral afecta negativamente a la salud psicológica, física de los trabajadores y también la eficacia de las entidades para las que trabajan en el folleto compartido sobre la salud ocupacional en relación a la organización del trabajo y el estrés. Evidencia la importancia de prevenir y en el caso de estarlo ya vivenciando, impedir que se perjudique la salud.
- Reconociendo que es inevitable debido a las exigencias laborales mantener un nivel óptimo de estrés “bueno” que te mantenga alerta, motivado y en condiciones para trabajar y aprender de acuerdo a tus características personales.
- Invitando a realizar un serio análisis y diferenciar los peligros relacionados con las características del puesto que incluye los tipos de tareas, participaciones, el volumen o ritmo de trabajo, los plazos, horarios en sí las características del trabajo también considerando el contexto laboral en las relaciones interpersonales; hasta el balance entre la vida familiar y laboral.
Para clarificar, cuando esa presión se hace excesiva o difícil de controlar entonces puede perjudicar tu salud.
¿Qué alternativas se pueden tomar ante este agotamiento crónico laboral?
Dimensiona las exigencias y presiones laborales en relación a tus conocimientos y capacidades…
Detecta si cuentas con los suficientes recursos, identifica los aspectos que te favorecen o no dentro de tu función y aprende a pedir apoyo de tus colegas, supervisores o jefes. Recurre a las personas que son importantes para ti.
Dale prioridad a tu salud
Realiza un esfuerzo por darle espacio a tu salud de forma “innegociable” en tu agenda. Acércate a los especialistas necesarios tanto para atender tu estado físico como tu situación emocional. Recurre a tu médico y también recibe apoyo psicológico. La Psicoterapia de apoyo puede resultar una alternativa valiosa para estas situaciones.
Revisa tu gestión del tiempo
La administración del tiempo laboral es una herramienta indispensable para planificar, organizar y priorizar en tus horas, tareas y metas diarias. Un manejo funcional de tu productividad y del descanso es importante para tu mejor salud mental y así asignar espacios de descanso dentro de tu jornada laboral. De modo que evites acumular todos los pendientes personales para el fin de semana y reduzcas tu estrés laboral.
Reconoce los apoyos que tu empresa o trabajo te ofrece
Acércate a las áreas responsables del bienestar y salud de los empleados de tu trabajo. Actualmente se cuentan con muchas medidas de apoyo al trabajador.
Evalúa y analiza tu función en tu puesto de trabajo
De modo que puedas redefinir junto con tu equipo de trabajo y analizar los posibles cambios y ajustes necesarios o las capacitaciones requeridas para lograr mejores resultados y reducir tu estrés laboral.
La condición de estar “quemado” agotado, desgastado, fatigado laboralmente puede transformarse en la medida que logres detectarlo y realizar los esfuerzos para recibir ayuda. Lo que te llevará a mejorar tu calidad de vida, desempeño y metas laborales además de sus implicaciones en las distintas esferas de tu vida personal.