La recomendación de lavarse las manos no es solamente para molestar a las personas o inculcar la higiene a la niñez, sino que está pensada por su capacidad de salvar vidas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 95% de la gente no se lava las manos y al año mueren más de 3.5 millones de niños por diarrea y neumonía.
De acuerdo con múltiples organizaciones nacionales e internacionales como la OMS, la UNICEF y el IMSS, lavarse las manos con agua y jabón es una de las maneras más efectivas y económicas de evitar la transmisión de la diarrea y de la neumonía, padecimientos que juntos son responsables de la mayor parte de las muertes infantiles.
Por esta razón se han buscado formas de hacer un hábito lavarse las manos con agua y jabón en hogares, escuelas, centros laborales y comunidades, ya que se considera que si se hace esto, se podría reducir la mitad de los decesos por diarrea y 25% por las infecciones respiratorias agudas.
Reducir las enfermedades al lavarse las manos
De acuerdo con el jefe de agua, sanidad e higiene de la UNICEF, Sanjay Wijeskera, la incidencia de los padecimientos diarreicos podría bajar hasta en un 40% con tan solo lavarse las manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño. No hacerlo convierte a las personas en un foco de transmisión de diferentes infecciones:
“No sólo gastrointestinales y respiratorias, sino también de otras, por ejemplo, hepatitis A, conjuntivitis, enfermedades de la piel, aunque en menor grado. Si traemos virus o bacterias en las manos, podemos ser un medio de contagio o contagiarnos de alguno de estos gérmenes”, explicó Daniel Pahua Díaz, del Departamento de Salud pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En el ámbito hospitalario la OMS indica que a nivel mundial, 30 mil mujeres y 400 mil recién nacidos mueren anualmente por infecciones como septicemia, generalmente ocasionadas por la falta de agua o prácticas deficientes del lavado de manos.
La falta de higiene y las enfermedades
El problema con la falta de higiene es que no se da en todo el mundo y se agrava en los países en los que no se cuenta con suficiente agua. Además es una falta de hábito, por ejemplo, en México solamente el 60 por ciento de los adultos y 34 por ciento de los niños se lavan las manos cotidianamente.
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Por esta razón lavarse las manos constantemente disminuye considerablemente los focos de infección y de enfermedades, y puede salvar más vidas de las que puedes creer.
