La vigorexia es un trastorno mental en el que las personas se obsesionan por su estado físico y pueden llegar a tener una visión distorsionada sobre el estado de su cuerpo viéndose débiles y enclenques, lo que les lleva a transformar sus relaciones personales para dedicar su tiempo a hacer ejercicio de más y repercute en graves problemas de salud.
Para tener una vida saludable es necesario tener un estilo de vida que involucre actividades físicas, ya sea realizar un deporte o entrar al gimnasio, pues el estrés se aminora mientras los niveles de endorfina aumentan, pero ¿qué pasa cuando se convierte en adicción y detener el ejercicio resulta imposible?
Efectos del ejercicio en exceso
Tener largas rutinas de entrenamiento o hacerlo varias veces al día puede parecer una buena idea, hasta que los efectos en el cuerpo comienzan a ser cada vez más negativos, el dolor, la falta de descanso adecuado y una nutrición deficiente pueden afectar a los músculos y el sistema nervioso a largo plazo.
Te puede interesar: Por qué la idea de que tu rendimiento depende de tu tipo de cuerpo es un mito
Además, la vigorexia tiene efectos muy profundos en la salud mental de las personas, causando que el cuerpo y la mente entren a un estado de estrés permanente provocado por el aumento del cortisol y la ansiedad de no ejercitarse, este desbalance también puede causar problemas en la tiroides.
La mala alimentación puede llevar a una persona a dejar de comer por tomar suplementos de proteína y carbohidratos incluso mayores a los que requiere en el día, así como tomar esteroides anabólicos con el propósito de verse más grande y fuerte.
Cómo manejar la vigorexia
La vigorexia puede ser ocasionada por problemas psicosociales que afectan a las personas, desde sufrir bullying por la forma de su cuerpo, hasta tener modelos a seguir impuestos por la cultura pop, orillándolos a hacer ejercicio de una forma que afecta su salud física.
El mejor tratamiento es buscar ayuda psicológica profesional que pueda orientar a las personas a un estilo de vida saludable sin la necesidad de sobrecargar el cuerpo y tener una buena relación con su percepción personal.
Y finalmente también se debe escuchar al cuerpo, entender que hay momentos de descanso y recreación con los amigos, familiares y pareja que también acarrean grandes beneficios a la salud mental y emocional.