El Maratón de la CDMX es el más importante de Latinoamérica y el único de la región que cuenta con la etiqueta oro de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF), certificación que lo acredita como un evento de primera clase.
Este año, los más de 30 mil competidores que se inscribieron para correr los 42.195 kilómetros no sólo estrenaron ruta y una nueva serie de medallas, también la etiqueta oro. La responsabilidad de los corredores fue mayúscula: no sólo se trató de mejorar sus tiempos, comprometerse con alcanzar su meta y hacer valer los meses de arduo entrenamiento y disciplina, también de mostrar al mundo que Ciudad de México está lista para ser catalogada como uno de los mejores maratones del globo.
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Para Sofi Rez Masud, cinco veces maratonista (y con dos medallas en su haber del Maratón CDMX) se trata de un evento único, tanto por la ruta que recorre monumentos históricos, como por el apoyo incansable de la gente, que en su opinión “hace el 50 % porque es apapachadora a morir”.
Lee la entrevista completa con Sofi Rez Masud en «Consejos de una maratonista para correr el Maratón CDMX».
Sofi coincide con miles de competidores, tanto locales como de distintas partes de Latinoamérica y el mundo que aseguran, el ánimo de la gente durante la ruta, las porras, los carteles y las muestras de apoyo a los corredores hacen de este un evento especial y único en su tipo.
Sin embargo, el esfuerzo de toda la gente que dentro y fuera de la carrera hace de Ciudad de México un maratón cada vez más relevante a nivel mundial es manchado año con año por la presencia de irregularidades en algunos corredores, que van desde hacer trampa para cortar el trayecto, hasta ahorrarse decenas de kilómetros y tomar el transporte público para volver a la carrera poco antes de cruzar la meta.
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No obstante, el fenómeno es más complejo que el afán de colgarse una medalla al cuello a como dé lugar. En entrevista para American Health&Fitness, Carlos, un dos veces maratonista que prefirió mantener su identidad oculta, reveló la frustración que siente buena parte de la comunidad runner y cuáles son los términos usados en el argot para identificar a los tramposos.
De corredores chocolate, chapulines y mulas
“Los corredores chocolate son los que usaron el metro y llegaron a la meta, los chapulines son los que sí corrieron, pero se brincaron un buen tramo para cortar ruta y finalmente las mulas son quienes corren con dos o más números con fines alevosos”.
Si bien algunas personas corren por dos números como un homenaje a algún ser querido que falleció o está gravemente enfermo, cuando alguien utiliza más de un número con fines de lucro, los corredores de fondo suelen llamarlo mula. “Estas personas corren con dos números y cobran por calificar gente para el Maratón de Boston”, asegura Carlos.
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El Maratón de Boston es el más antiguo y de mayor prestigio del mundo. Junto con Berlín, Chicago, Nueva York, Tokio y Londres, forma parte de los World Marathon Majors y participar en él es el punto más alto para un corredor de fondo, además del mundial de atletismo y la prueba en Juegos Olímpicos.
Para correrlo, no basta con pagar una inscripción. Es necesario acreditar una marca de tiempo según la categoría de edad en algún maratón certificado y el de la Ciudad de México otorga la posibilidad de calificar. A diferencia de los corredores chocolate o los chapulines, que comúnmente son aficionados sin la preparación necesaria que hacen trampa para colgarse una medalla, las mulas son corredores de alto nivel que llevan números de otras personas en la carrera para mejorar sus tiempos y permitirles calificar a este evento atlético a cambio de un pago.
En el ojo de la prensa internacional
Tres días antes de la edición XXXVII del Maratón CDMX, la situación captó la atención internacional. The Economist publicó un artículo titulado ‘Por qué el Maratón de México atrae a tantos tramposos’ donde advertía sobre estas modalidades y el modus operandi que consiste en abordar el metro, viajar en él hasta una estación cercana a la meta e incorporarse a la carrera:
“En los últimos años, el maratón de la Ciudad de México ha causado hacinamiento en el metro de la ciudad. Eso no es solo porque la ciudad cierra numerosas carreteras sobre el suelo para la carrera de 42 kilómetros. También se debe a que se sabe que los maratonistas tramposos suben rápidamente para llegar a la línea de meta. El año pasado, 5 mil de los 28 mil corredores que terminaron fueron descalificados. Cientos más fueron expulsados a mitad de carrera. Ninguna otra carrera despoja a tantos corredores de sus lugares”, afirma el diario.
Evidenciando las trampas en redes sociales
A raíz de las trampas, distintos corredores se han organizado para compartir y denunciar públicamente a corredores chocolate, chapulines o mulas en el Maratón CDMX. Además de felicitar a los competidores que dieron lo mejor de sí y llegaron a la meta limpiamente, páginas en Facebook como Ya se cansaron? Running Team han compartido fotografías y testimonios de las distintas modalidades de trampas respaldados por el sitio o la app oficial del evento, donde pueden consultarse los parciales kilómetro a kilómetro de cada competidor, gracias al chip integrado en el número que crea un registro al cruzar cada punto de control electrónico.
Los competidores que corren con honestidad pueden encontrar un registro detallado de su desempeño durante los 42 kilómetros en la app; sin embargo, en el caso de los tramposos los registros desaparecen durante 15, 20 ó incluso 35 kilómetros, para volver a aparecer en el instante en que cruzaron la meta.
Otra razón que encuentran las personas que hacen trampa en el Maratón es el coleccionismo de medallas, sea para revender a un precio más alto de su valor o bien, únicamente para presumir. En 2013 comenzó una serie de medallas formadas con cada letra de la palabra México, de forma que quienes completaron las ediciones entre 2013 y 2018 lograron formar el nombre de nuestro país con las seis preseas.
¿Te tomaste foto con tu medalla?🤳🏻
Compártenos tu foto después de cruzar la meta del Maratón de la Ciudad de México @Telcel 2019. #MaratónCDMXTelcel pic.twitter.com/3qQ3Y7rQ34— Maratón de la Ciudad de México Telcel (@MaratonCDMX) August 26, 2019
Actualmente, estas medallas se ofrecen en la red por 3 mil pesos por letra o bien, es posible comprar una colección completa por poco más de 8 mil pesos. Para esta edición los organizadores comenzaron con una nueva serie de preseas que unidas, forman la delimitación geográfica de la Ciudad de México hasta 2024.
“El Maratón CDMX es un ejemplo de la vida en nuestro país, hacen trampa porque saben que no les harán nada. Es una filosofía de vida, sé que mientras yo hago lo correcto, otros hacen trampa.. ellos tendrán sus razones (nada justificables) pero yo no podría dormir tranquilo, ellos sí”, concluye Carlos.