12 Pasos para perder peso y grasa fácilmente sin sufrir ni engañarte

Actualmente estar de dieta en dieta es la manera menos efectiva perder peso y mantenerlo. Restringir severamente el consumo de alimentos lleva a deficiencias y a la recuperación del peso perdido en poco tiempo. 

La clave es disfrutar cada momento de tu vida. Lo único que debes hacer es elegir opciones sanas y podrás comer lo que desees. Aquí te damos algunos consejos que con constancia podrás ver reflejados en tu peso y en tu salud.

12. Pon metas realistas para perder peso

Los cuerpos perfectos de los modelos no son opción para muchos de nosotros. Esforzarse por lo inalcanzable puede resultar desalentador,  frustrante y vano. 

Puedes alcanzar mayores beneficios para la salud perdiendo 5 kilos y manteniéndolos abajo, y después bajar otro poco; o simplemente estabilizar el peso y no subir y bajar en periodos cortos. Despacio y constante es la forma de ganar la batalla contra el peso.

11. Evita productos mágicos 

Actualmente en el mercado existen productos que prometen maravillas para perder peso: cápsulas quema grasa, licuados que activan el metabolismo, pastillas que moldean tu cuerpo, etc. El problema es que hay quienes prefieren el camino fácil y terminan comprando productos que además de afectar su bolsillo, ponen en riesgo la salud.

Diuréticos: Al consumirlos, tu cuerpo se ve obligado a perder líquidos a través de la orina, pero pueden provocar deshidratación, piel reseca, calambres, pérdida de electrolitos (sodio, cloro y potasio),  insuficiencia renal por uso prolongado, etc. 

Laxantes: Provocan diarrea y pérdida de líquidos, e impiden el ingreso de grasa al cuerpo; esto no es recomendable dado que impiden la absorción de nutrimentos, ocasionando desnutrición. 

Supresores del apetito: Su función es quitar el hambre, por lo que la persona que los ingiere come menos. Pero al suspenderlos, regresa el apetito y es inevitable el aumento de peso.

Estimulantes: Pueden ser cafeína, teína u otros, que aceleran el metabolismo, provocando un mayor gasto calórico. Sin embargo, originan cierta dependencia, y al suspenderlos, vienen síntomas de abstinencia como dolor de cabeza, mal humor, irritación y ansiedad, que pueden provocar crisis de compulsión (comer mucho).

10. Olvídate de las dietas estrictas y drásticas 

Olvida las dietas mágicas y el ejercicio compulsivo. Para tener éxito se necesita un cambio de hábitos, uno por uno y para siempre. Este tipo de dietas se caracteriza por:

Ventajas: Bajarás rápidamente entre 3 y 4 kilos.

Desventajas: Subirás rápidamente entre 3 y 4 kilos (o más) una vez que termines la dieta. Además, andarás de mal humor todo el día por el hambre.

Base: Este tipo de dietas, aunadas a un ejercicio extremo, hacen que tu organismo se resista al maltrato que le estás dando. Como resultado, al terminar el tratamiento, recuperas el peso perdido junto con el famoso rebote.

9. Si quieres perder peso, no te saltes ningún alimento 

Contrario a lo que muchos creen, saltarse u omitir las comidas no ayuda a perder el peso. Generalmente cuando omites una comida, comerás mucho más en la próxima y tu cuerpo compensará la pérdida de energía conservando lo ingerido, haciendo que el metabolismo se vuelva lento.

De hecho, muchas de las personas que rebasan los 100 kilogramos de peso, se caracterizan por hacer una o dos comidas al día.

8. Balancea los nutrimentos 

Hay quien cree que debe dejar de comer carbohidratos para bajar de peso, pero éstos son la principal fuente de energía del cuerpo; si no los consumes, te sentirás cansado y no podrás rendir, además puedes presentar deficiencias alimentarias graves.

Las grasas aportan vitaminas liposolubles, tales como la D, E y K. También son absolutamente indispensables los denominados ácidos grasos esenciales, que son un conjunto de nutrimentos que se encuentran en los aceites vegetales y la carne, pues todas las células del organismo los necesitan.

7. Distribuye adecuadamente los grupos de alimentos

El plato del buen comer: este plato es una muestra de cómo debe ser tu alimentación, es decir, se deben comer muchas frutas y verduras, suficientes cereales, combinar leguminosas con cereales para obtener proteína vegetal y las leguminosas y alimentos de origen animal en poca cantidad.

6. Incluye 5 raciones de fruta o verdura al día

Consume al menos 2 raciones de fruta y 3 de verdura al día, con el fin de consumir  la  cantidad adecuada de fibra, vitaminas y minerales. Recuerda que la fibra te mantiene satisfecho y sin hambre para poder mantener tu dieta.

5. Acaba con el mito del pan y la tortilla

La mayoría de las personas creen que el pan, tortillas, pastas y harinas son alimentos prohibidos en una dieta para perder peso. Sin embargo, el análisis de nutrimentos indica todo lo contrario, pues contienen carbohidratos necesarios para aportar energía al organismo.

4. Productos ligth para perder peso

Los edulcorantes son productos reconocidos por la Organización Mundial de la Salud, la FDA (Federal Drug Administration) la Secretaría de Salud en México, por lo que en su mayoría pueden consumirse sin riesgo. Además de que son excelentes aliados para las personas que quieren reducir el número de calorías en su dieta. También lee: 7 mitos sobre las dietas que debes dejar de creer para bajar de peso

3. Incluye productos bajos en grasa 

Así como los productos light son una excelente ayuda para reducir la ingesta de calorías, consumir productos lácteos reducidos en grasa aporta los mismos nutrimentos, sin la grasa animal. Por ejemplo: queso cottage o panela, naturalmente bajos en grasa. Elige y prefiere quesos que tengan menos de 4 gramos de grasa por 30 de queso. Evita comer más de 60 gramos de quesos fuertes o altos en grasa al día.

2. Vigila el tamaño de las porciones

La importancia del tamaño de las raciones a menudo se subestima, por lo cual puedes medir y pesar los alimentos. Después de un tiempo, te volverás experto midiéndolos solo con verlos. Puedes utilizar la siguiente tabla de equivalencias.

1. Incrementa tu rutina de ejercicio

Si nunca has hecho ejercicio es importante que consultes a tu médico y te indique cuál es el mejor para ti. Recuerda empezar despacio y añade gradualmente varios minutos por semana. La consistencia es más importante que los logros temporales.

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