Si todavía estás dudando de ir al dentista y tienes alguna de estas señales, aún estás a tiempo para actuar: 

Siempre habrá una larga lista de pretextos para no ir al dentista: desde el tiempo, el dinero o el miedo, pasando por la creencia de que tu molestia se puede aliviar un paracetamol o el uso de enjuague bucal. No obstante, existe un argumento más importante para cuidar de tu boca que cualquier excusa: tu salud

Las caries no tratadas que terminan en la destrucción del diente, las infecciones descontroladas que se manifiestan con dolor de muelas o la inflamación de encías que no te permite disfrutar de los alimentos pueden poner en jaque tu salud bucal y afectar a tu estilo de vida de forma permanente:

Tus encías sangran fácilmente

No es normal que se presente sangrado en tu boca (por más leve que este sea) durante el cepillado, al usar hilo dental o al imprimir fuerza con tu mandíbula, por ejemplo, después de morder una manzana. Si has notado que tus encías sangran fácilmente, es necesario que acudas al dentista lo antes posible y no dejes pasar este síntoma por alto. Las causas pueden ser distintas, desde una mala técnica para cepillarte, hasta enfermedad inflamatoria de las encías.

 

Tienes dolor en alguna pieza dental

No hay dolor más molesto que el de una muela. Para remediarlo de inmediato puedes tomar un analgésico, pero si acostumbras hacerlo para evitar ir al dentista, es muy probable que tu problema crezca y estés poniendo en riesgo tu pieza dental y tu salud. El dolor de dientes es una señal de tu cuerpo de que necesitas prestar atención a tu boca y no la deberías ignorar.

No soportas los alimentos muy fríos ni calientes

La sensibilidad dental es uno de los síntomas más molestos de que algo anda mal con tu salud bucal. Si experimentas un dolor intenso al beber agua fría y te pasa lo mismo cuando tomas un café o tomas sopa caliente, entonces es necesario que acudas a tu dentista de confianza. La causa podría ser algún diente con caries que de no tratarse a tiempo puede comprometer esa pieza dental, o una gingivitis que requiere instrucciones y tratamiento como pastas dentales y enjuagues especiales para desaparecer al cabo de unas semanas. No dejes que pase más tiempo y comienza a disfrutar de los alimentos sin dolor.

Te duele la boca sin razón aparente

ir al dentista

Experimentar dolor en las encías, el paladar, la lengua, una zona específica de tu boca u otra difícil de localizar puede ser una señal oportuna antes de sufrir complicaciones. Además de las molestias, a menudo distintas enfermedades –algunas crónicas– se manifiestan en la cavidad bucal, por lo que acudir al dentista es la decisión más inteligente que puedes tomar para cerciorarte de que todo vaya bien o tomar las medidas necesarias para mejorar tu salud.

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Tienes mal aliento o la boca seca

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La sensación de que tu aliento huele mal y no cambia ni siquiera tras lavarte los dientes puede ser incómoda y provocarte inseguridad, pero esa no es la única razón por la que debes ir al dentista si presentas estos síntomas. Si además experimentas la sensación de boca seca sin razón aparente, es probable que el mal aliento se trate de una infección que avanza en tu cavidad bucal y no deberías dejar pasar más tiempo acudir con el dentista.

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