¿Qué es el miedo a la resaca? A las personas les gusta celebrar, ya sea un triunfo personal, un momento un cumpleaños, o simplemente el gusto de reunirse un fin de semana, y generalmente prefieren hacerlo bebiendo alcohol. Sin embargo, muchas veces las terribles consecuencias de la resaca, acompañadas de un convincente “no lo vuelvo a hacer” son capaces de alejar del alcohol definitivamente a algunas personas.
Incentivo para evitar beber en exceso
La gente deja de beber por múltiples razones, como la edad (puesto que ya no tienes el mismo aguante a los 35 que los 20 años). No obstante, el recuerdo de una resaca o cruda fatal que se convirtió en una experiencia casi traumática, es un poderoso incentivo para no volver a beber en exceso, esto de acuerdo con un nuevo estudio publicado por la Universidad de Oxford.
¿Por qué hacemos tanto caso a la resaca?
De acuerdo con los psicólogos de las Universidades de Headington y Liverpool, el decrecimiento en el consumo de alcohol per cápita no se debe a la eficiencia de programas de salud pública que informan a la gente sobre los efectos a largo plazo del alcohol, sino a la desagradable experiencia empírica de una (o varias) resacas.
Menos del 2 por ciento de las personas en Reino Unido conocen las indicaciones del gobierno para el consumo máximo de alcohol y otro 4% solamente consideran los efectos que tiene esta bebida en su salud a largo plazo, un sentimiento que muchas personas pueden entender.
Sin embargo, la mayoría de las personas que fueron entrevistadas para el estudio mencionaron que el límite de su consumo de alcohol está enteramente basado en las experiencias previas, sobre todo en las crudas. Tal es su método para calcular su consumo de alcohol al salir de fiesta.
De acuerdo con los investigadores, esto solamente demuestra la desconexión entre las personas y las recomendaciones realizadas por profesionales de la salud; sin embargo, dejarse llevar únicamente por este método no solamente no es sano, tampoco es recomendable.
La desconexión de la salud y las resacas
Al respecto la Dra. Emma Davies, Profesora titular en psicología en Oxford Brookes, comentó: “Lo que podemos observar es que el reto está en encontrar una nueva forma de incorporar los descubrimientos médicos recientes sobre los daños del alcohol a las experiencias de las personas que beben”.
¿Por qué? El hecho de que la gente escuche únicamente a cuerpo como el mejor indicador cuando se trata de beber (o parar de beber) es incorrecto pues, aunque se pueda tener una gran tolerancia al alcohol, esto no es sinónimo de que se consume de forma saludable, pues los efectos en el cuerpo, hígado y riñones se agravan entre más pasa el tiempo.
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Las personas que tuvieron experiencias negativas, crudas morales o físicas muy dolorosas son más capaces de escuchar al cuerpo y parar de beber, mientras que los que no jamás las han tenido, no lo harán, a pesar de que sea lo mejor para su salud. Si sales a beber, recuerda tomar en cuenta las recomendaciones de los doctores y no dejarte llevar únicamente por cuán borracho te sientas y el miedo a los estragos del día siguiente.
