La aparición de canas es parte del proceso de la vejez, pero estar sometido a estrés podría acelerar el proceso debido al daño provocado a ciertas células

No es sorpresa saber que el estrés es una de las principales causas por las que aparecen las canas, pero recientemente, científicos de Harvard encontraron la razón.

El color del cabello está determinado por células llamadas melanocitos, que producen diferentes combinaciones de pigmentos de melanina que absorben la luz. Los melanocitos se derivan de las células madre de melanocitos, que se encuentran en una parte del folículo piloso llamada bulto.

A medida que las personas envejecen, el conjunto de melanocitos se agota gradualmente, por lo que el cabello pigmentado se vuelve de color «sal y pimienta», luego se vuelve gris y finalmente blanco, provocando una pérdida completa de pigmento en todos los folículos pilosos.

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En la investigación, publicada por Nature, los investigadores notaron que tras someter a diferentes e intensos tipos de estrés a ratones, las células madre que controlan el color de piel y cabello se dañaron. Solo bastaron un par de semanas para que el pelaje de los roedores pasara de negro a blanco.

¿Por qué? El estrés al que sufrieron los ratones hizo que liberarán adrenalina y cortisol, provocando que su corazón latiera más rápido, afectando su sistema nervioso.

“Nuestro estudio demuestra que la actividad neuronal inducida por el estrés agudo puede conducir a una pérdida rápida y permanente de células madre somáticas, e ilustra un ejemplo en el que el mantenimiento de las células madre somáticas está directamente influenciado por el estado fisiológico general del organismo”, explicaron los encargados del estudio.

¿Se pueden evitar las canas?

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En otro experimento, los investigadores aplicaron antihipertensivo a los ratones, lo que redujo la presión arterial alta, y por ende pudieron bloquear los cambios.

Además lograron identificar la proteína que daña a las células madre, llamada Quinasa Dependiente de Ciclina. Al suprimir esta proteína, se evitó el cambio en el color del pelaje.

Con estos descubrimientos, no se descarta la posibilidad de encontrar un tratamiento que ayude a retrasar la aparición de canas. No obstante, un buen principio para evitar este y otros daños a tu salud es mantener la calma y saber lidiar con el estrés cotidiano.

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