Las nuevas generaciones de parejas ya no quieren tener hijos. Existen muchos factores para que lleguen a esta decisión, desde los económicos (por preferir una estabilidad), a viajar por el mundo o bien, el simple hecho de poder disfrutar el tiempo libre sin tener que estar preocupados por los niños.
Parejas con o sin hijos
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México las parejas tienen 2 hijos en promedio y esa tendencia va cada vez más a la baja, con la posibilidad de solamente tener uno solo, o bien, no tener ninguno en lo absoluto.
Aunque esa sea la tendencia, muchas veces las presiones sociales de las generaciones mayores por formar una familia con hijos pueden ser demasiado para los jóvenes, quienes solamente quieren disfrutar de su tiempo y desarrollarse personal y profesionalmente y lo ven como la opción más responsable en este momento.
Los hijos, el tiempo libre y la felicidad
Para una pareja con hijos el tiempo libre es lo más escaso: entre la falta de sueño, las tareas, las visitas al médico y los llantos, ser padre se convierte en una labor de 24 horas, sin descanso entre semanas ni vacaciones. Esto suena a que no hay mucha felicidad de por medio y en apariencia, puede significar estrés para algunos padres.
De acuerdo con la psicóloga española Pepa López, la felicidad y el tiempo libre son conceptos distintos, uno no garantiza el otro. Si bien es cierto que tener un momento para la pareja puede “hacer feliz”, lo importante no es la cantidad sino la calidad. Y muchas veces el no saber qué hacer cuando se está solo, provoca insatisfacción y a la larga depresión.
La clave de la felicidad
De acuerdo con la experta, la clave está en la organización del tiempo libre. Se trata de enfocar los deseos y viajes de la pareja sin hijos en un mismo sentido, pues “la felicidad está en donde uno decida, hay quien es feliz tomando una copa con amigos o yendo a una clase de zumba; otros, encuentran la felicidad en el parque con sus hijos».
El problema con la mayoría de las parejas con hijos es que cuando son pequeños, las demandas y las exigencias de cada uno causan estrés en la relación, pues tienen necesidades y requieren de mucho tiempo, dando la ilusión de que no se tiene tiempo libre y se están perdiendo los mejores años de la vida.
La clave de la felicidad
La clave es para evitar la frustración está en tener expectativas concretas y no ilusionarse con el tiempo disponible ni esperar que llegue por sí solo. Es mejor buscar un orden y organización a las actividades a realizar y encontrar lugares, cursos, talleres en los que se pueda aprovechar de esos momentos, cuando estén libres de toda responsabilidad.
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